miércoles, febrero 01, 2006

Los Boludos Du Rien en Praia do Pami - Tragicomika en entregas

Ella murmura al auricular del teléfono:

“Psicólogo, soy yo, Trilla. Llámame. Compré fósforos... y velas”. Y tan tontamente queda rebotando el mensaje en la aureola fría del principio. Después un micro, cosas pocas: cantimpalo para el viaje y tortas fritas con mate.

Se encuentran en un altiplano sobre el mercado de las flores. Los Boludos Du Rien son cuatro: Cirilo Cavera El Guacho, Silvia, Gioddio Psicólogo y la Trilla. Se encuentran antes del viaje del despacho en la casa y el Guacho Cirilo está mirando una revista con las piernas abiertas y la caja a caballo, la cabeza tiesa y redonda como una ciruela un caroso con los ojos cavados.

Entonces los Boludos Du Rien son cuatro y se miran maniatados y se dicen unas palabras confusas y unos sueños como dados. Silvia recuerda un viaje tubular a un lugar encantado por la mística tierna de sus chimentos contados. Era de la Cerda un Rato para estar a su lado. Entonces Silvia en un micro gritó “por favor de la Cerda un Rato de la Cerda un Rato!!!” Y el conductor de la cerda un rato que querés de la cerda un rato, tomá de la cerda un rato, tomate ésta! Y Silvia aparecía expulsa mutilada de a tientas en un caballo tramayo en busca del perfil de la sombría oscuridad. Todo negro y la Silvia caminando, con el pie el pulgar alzado avanzando hacia la sombra oscuridad caminando estaba Silvia dispuesta, disconforme con su deshigado destino de hembra, sfegatato sfigato por tierna. Y cuando Silvia llegaba a la aldea en la selva de la Cerda un Rato, ahí estaba Cabeluddo Cavera comiendo caldo en un casco. Y ahí estaba ella.

Pero,

¿Cabeluddo quién era?

Era un ser trayo uraño como su nombre indica un ñato con cabeza de trapo con trenzas de pescado con ojo abierto de ciruela y en la cadera madera de barro de arzilla y ceniza de esperma.

Mas volviendo a los Boludos du Rien que estaban en este separtamento alquilado por Psicólogo en las turbias napas coletazo final del Psicodramma Completa de la Judía Pentagrama Alcahueta que jamás hubieran querido escuchar; esa vieja huraña hermitaña que teje en la teja sus redes de araña. Entonces se llega Silvia y el Psicológo también se llega y se llega la Trilla y El Guacho Cirilo Cavera se llega.
¿Y porqué Cirilo Cavera El Guacho y no simplemente Cavera? Cirilo era el nombre de guerra, Cavera la alcurnia y la alquimia, El Guacho al final lo que fuera. Tan lindo Cavera con su bombín de albañil plumera, de hembrita negra bailantera, prostixeneta Cavera.

Decidieron ellos ir a San Clemente a la playa venidera, la más cercana en la bahía bombonera. Y así ellos tan contentos se hicieron las maletas y los planes, echaron garra a instrumentos y timbales, plantas y raquetas, marionetas y cremas de teta.
Y así fueron los Boludos du Rien caminando escaleras abajo el altiplano, ligeros
aunque cargados
trotando
escaleras abajo...